LN/ARG
Daniel tiene 20 años, es huérfano, vive bajo la sombra de su padre muerto. Acaba de llegar a Buenos Aires, desde el interior y en este, su viaje iniciático, conocerá formas de la realidad que acaso no hubiera creído posibles. En Las brújulas muertas, la trama desborda los límites de género: en el mundo nocturno en que transcurre la historia se cruzan las preguntas sobre la existencia y los más sórdidos locales del centro porteño, las citas de la enorme biblioteca de la casa paterna y el mundo del alcohol, la prostitución y el juego. Convergen, también, personajes de diferente extracción social pero de deficiencias morales similares, al punto que el autor se permite retratar a la casta que detenta el poder político y al criminal como pertenecientes a un mismo linaje. Desde su iluso cinismo de juventud, Daniel va aproximándose a los seres y las cosas, creyendo conocerlas, simplemente para llegar a darse cuenta de que no eran lo que él esperaba. Y como telón de fondo y a la vez personaje protagónico de la historia, la violencia, involucrando a todos, traspasando a todos, corriendo por las calles de Buenos Aires como una sombra que se proyecta sobre todos. Historia de por sí compleja y fascinante, a la que Roger Pla le suma los aciertos formales que lo convirtieron en uno de los más destacados escritores argentinos